El pasado domingo 9 de febrero se reunió el Comité Regional del PCE en Castilla y León, en el que pudimos abordar debates de actualidad sobre la situación en nuestro territorio. Nos sirvió para clarificar el análisis político que tenemos al respecto y además para decidir los que consideramos nuestros ejes primordiales de trabajo:

• Feminismo: los datos de violencias machistas siguen siendo escalofriantes. A pesar de que hay movilizaciones del movimiento feminista, la respuesta se hace ante hechos puntuales y no de forma sostenida en el tiempo. Esto, unido a diferentes fracturas dentro del movimiento feminista y al clima actual de desmovilización general, hace que las posiciones reaccionarias estén avanzando sobre todo entre la juventud. Es por ello que es principal el reto de mantener la batalla frente al auge reaccionario y la defensa de los valores feministas de forma continua.

• Vivienda: no hay ninguna capital de provincia en Castilla y León en la que el precio de los alquileres no haya crecido en 2024 por debajo del 5%. A ello hay que sumarle además las dificultades de poder hacer vida en el medio rural, donde la vivienda es una problemática añadida. Se ha de tener en cuenta que este problema afecta especialmente a mujeres, jóvenes y migrantes. Aunque están empezando a funcionar en la actualidad sindicatos de inquilinas en algunas capitales de provincia el movimiento todavía no es generalizado por lo que es un eje sobre el que trabajar para impulsar la organización y las reclamación de que la clase trabajadora tiene derecho a una vivienda.

• Movimiento obrero: a pesar de que llegan algunas buenas noticias como es el caso de la subida del SMI y la reducción de la jornada laboral, somos conscientes de que el contexto inflacionario, y la devaluación salarial que eso conlleva, condena todavía más a la pobreza a algunos sectores. Esto unido a diferentes conflictos obreros que se han dado en algunos focos industriales del territorio (Bimbo, Coated…) o incluso el conflicto de RTVCyL; y al crecimiento de la siniestralidad laboral, hace que no se pueda dejar de lado la batalla que tenemos en los centros de trabajo. Porque precisamente en los centros de trabajo sigue estando a día de hoy el foco principal de las contradicciones de este sistema económico. En este punto es de destacar la convocatoria de la jornada de movilización del 16 de febrero en León, donde se exigirán soluciones reales para la clase trabajadora.

• Antifascismo: la presencia fascista y reaccionaria en nuestro territorio no llegó con VOX, pero la visibilidad institucional de la ultraderecha ha contribuido enormemente a normalizar actitudes y agresiones en nuestras ciudades y pueblos. Así, durante el último año se cuentan 8 agresiones en Valladolid. De la misma forma, se permite que entre algarabías un centro educativo realice una visita al valle de Cuelgamuros. Por el contrario, ejemplos como el de la movilización en Burgos para frenar la asfixia económica a asociaciones que trabajan con personas vulnerables nos demuestran que las tareas de organización y movilización son indispensables y que en ellas debemos centrar esfuerzos.

El aumento de las posturas reaccionarias y la desafección política generalizada no va a conseguir hacernos caer en el pesimismo. Seguimos trabajando, como hasta ahora, para hacer más grande nuestro Partido y que nuestra voz no se apague pese a las dificultades del momento. Vemos nuevos brotes verdes de movilización social, especialmente en el ámbito de la vivienda. Por eso allá donde el conflicto capital-trabajo se hace más evidente, habrá un militante de nuestro Partido dispuesto a mostrar que no hay una forma más humana ni justa de gestionar el sistema económico criminal que supone el capitalismo. 

Confiamos plenamente en la cultura militante y en la disposición de nuestra militancia para seguir adelante en el arduo y largo camino hacia el socialismo.