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Ni un euro más para la privada. Matricúlate en la pública.

14 de Marzo de 2025

Hoy se abre el periodo de admisión de alumnado en Castilla y León y desde el Partido Comunista llamamos a las familias trabajadoras a una matriculación masiva en la escuela pública.

Estas semanas previas a la elección del centro, las familias se han enfrentado a las jornadas de puertas abiertas que, con el paso de los años, se han convertido en un ejercicio de competitividad entre los diferentes centros públicos ya que en función de la matriculación se obtienen más posibilidades de personal y de recursos. De esta forma, la planificación pedagógica que deberían aportar las administraciones brilla por su ausencia, pasando por encima de la educación de las generaciones futuras y convirtiendo estas jornadas en un espectáculo consumista. Esta dinámica se hereda de las propias de la sociedad capitalista en la que vivimos: competitividad y mercantilización absoluta, dinámicas que se expanden a todos los ámbitos de la vida y que deriva en la necesidad de conseguir beneficio económico a costa de acabar con los servicios públicos.

Y es que la libre elección de centro educativo es un engaño, una estafa. Es hacernos creer en una aparente libertad pensada, entre otras razones, para ocultar la dejadez de las diferentes administraciones públicas competentes. Es intentar instalar una ‘’ley de la jungla’’ en el que son las familias las que deben procurar escoger correctamente la educación de sus hijas e hijos, descargando de este modo la responsabilidad sobre el individuo y evitando concebir el servicio público de Educación como un bien colectivo.

A este contexto de competitividad extrema, hay que añadir las dificultades a las que las familias de clase trabajadora tienen que enfrentarse para conciliar las interminables y mal pagadas jornadas laborales con la vida escolar de sus hijas e hijos. De hecho, la medida estrella de la Junta de Castilla y León de estos últimos años en educación, la gratuidad de la escolarización de 0 a 3 años, no sólo no es real en muchos lugares de nuestra comunidad por falta de recursos y personal, sino que en muchos casos está sirviendo como derivación de dinero público a manos privadas a través de conciertos encubiertos. Por la vía de la imposición de ratios de alumnado, por ejemplo, y sumado a una ausencia crónica de personal público sólo aquellos que dependen de iniciativas privadas con capacidad económica suficiente pueden soportar las condiciones que les hacen recibir la financiación.

La falta de recursos, tan recurrente en todos los servicios públicos, es suplida con el esfuerzo voluntarista de los equipos docentes que, muchas veces, se encuentran en situaciones de absoluta precariedad con contratos de interinidad interminables y sin estabilidad temporal en los centros donde realizan su trabajo. Esta situación no mejora aunque se haya obtenido una plaza de plantilla, ya que en muchos casos el lugar de destino es diferente del lugar habitual de la familia. Por ello, es necesaria una reformulación del ingreso en este cuerpo que facilite la estabilidad y que acabe con la interinidad como norma.

Desde el PCE-CyL nos mostramos absolutamente en contra de los conciertos educativos y exigimos que todo el dinero público para educación se destine a la educación pública. Del total de gasto público de 2.600 millones de euros en la Comunidad, 351,9 millones fueron a parar en 2022, último dato disponible, a conciertos y subvenciones a la enseñanza privada. Eso supuso un 13,5% del desembolso en Educación, porcentaje que está por encima del 11,8% del conjunto de España.

Cabe decir, además, que esta financiación está asociada a órdenes religiosas, ya que el 82% de los centros escolares religiosos son concertados. No podemos aceptar el adoctrinamiento religioso pagado con dinero público en los centros de enseñanza, por lo que exigimos el fin de la enseñanza religiosa.

Las y los comunistas apostamos por una educación pública, gratuita, laica y de calidad. Que fomente los valores de cooperatividad y solidaridad entre iguales y potencie el pensamiento crítico. Una educación que no es posible bajo los valores de competitividad, individualismo y pensamiento único impuestos por la clase dominante, coincidimos con Anton Makarenko, pues creemos firmemente que ''la educación no está al servicio de la individualidad, sino pensada para la colectividad: la persona al servicio del bien común.''

Ni un euro para la privada, MATRICÚLATE EN LA PÚBLICA.

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